jueves, 2 de agosto de 2012

INVENTARIO DE ACHIPERRES


No me gusta la vainilla. Se me hace un sabor absurdo. Indiferente a todos los paladares. Completamente prescindible. Repito: no me gusta la vainilla. Tampoco las rubias; mucho menos si son naturales. Detesto los magos: sus trucos baratos, sus blancos conejos… Sin chistera son bajitos y ordinarios. Los franceses de Toledo me dan alergia. Lo mismo que guardar colillas en los bolsillos. Odio tender dos calcetines en la misma pinza –nunca jamás se secan – y colgar las camisas por las costuras –se deforman, dejan de ser las mismas- ¡No me gusta correr! Aborrezco el deporte. Creo firmemente que las pelusas no son animales de compañía. Igual que las cucarachas. Me agobian las familias numerosas encajadas en torno a una mesa diminuta y considero que los hombres con tacones resultan, cuanto menos, ridículos. Me resisto a dormir noche tras noche entre sábanas revueltas, así es imposible soñar. No creo en los parasiempres con límites ni en sentimientos de papel. Mucho menos en príncipes azules: destiñen.

((Achiperre: en algunas zonas de Extremadura ‘trasto’, ‘cosa inservible’))

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