domingo, 19 de abril de 2009

...

PERO NO PIENSO HACERLO

Te diría que llevo dos días buscándote. Te diría que te echo de menos. Te diría que las manillas de mi reloj se han vuelto locas. Te diría que te sigo esperando, aquí, del otro lado. Te diría que la mariposa que aletea en mi barriga se me ha escapado por la boca. Te diría que no hago más que emborronar reglones con tu nombre. Te diría que las ganas se me anudan. Te diría que no encuentro las palabras, que se me escurren entre los dedos. Te diría que ya no me queda nada de cordura. Te diría que colgué mis sueños de las rayas de tu camisa. Te diría que me perdería para siempre entre tus sábanas. Te diría que quiero todos tus amaneceres, los días, las noches, y también tus madrugadas. Te diría que tengo un par de zapatillas de felpa aguardándote bajo mi ventana. Te diría que quiero probar a qué sabe tu risa. Te diría que guardo el tiempo que llevo esperándote en un reloj de arena. Te diría que se me vierten los suspiros. Te diría que siempre quise ser princesa. Te diría que la gatera sigue abierta, esperando que vuelvas. Te diría tantas cosas… Pero no pienso hacerlo.

SOÑÉ

Anoche soñé que se me escapaba la vida por el ombligo, que había perdido el tapón para contenerla. Soñé que no encontraba los días, los que ya viví y los que aún me quedan, que en mis bolsillos ya no había semanas, ni meses, que los años se habían extraviado por un descosido. Soñé que me había quedado sin sueños, que ya no me rondaban los duendes, que nunca había creído en las hadas. Soñé que siempre había sido otra, que nunca había sido yo, que lo que recuerdo no es mio. Soñé que había olvidado tu risa, esa que es de cascabeles, que habían dejado de existir los buenos días de color naranja, que jamás había escuchado tu voz. Soñé que había perdido la cajita repleta de besos en la nariz que guardo bajo mi cama, que no tengo enredado en los rizos ese beso que nunca me diste, que dejabas de pasearte por mis pensamientos. Soñé que en mi calendario no están marcados los lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, que nunca se me había parado el tiempo en un abrazo, que nunca te había echado de menos. Soñé que soñaba. Y no estabas tú.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

pero que orgullosa se sentirá la persona en la que piensas cuando has escrito esto

TINTAS... TONTAS dijo...

Lapicero, la persona en la que pienso cuando escribo esto aún parece no querer entender que lo siento es ta grande que ni con palabras, con las mias, sería capaz de expresarlo. Si supiese cuánto de verdad hay en todas esas frases, estaría aquí, a mi lado.

Anónimo dijo...

Tinta... Tonta. Lo siento por ti. Desgraciadamente creo que comprendo demasiado bien lo que quieres decir, por eso me ha hecho llorar tu relato.