lunes, 4 de mayo de 2009

ELLA

Ella tiene la piel del color de una aceituna. Es delgada y menuda y huele a vainilla y a pintalabios. Suele levantarse de mal humor por las mañanas. Le encanta el café con galletas y esconde el chocolate para evitarse tentaciones. Ella es capaz de hacer que salga el sol en un día de lluvia, de borrar las penas con una caricia y de reir a carcajadas hasta perder el conocimiento. Es ingenua como una niña de quince años y lleva el arco iris en la mirada. Se declara fan de Miguel Bosé sin tener ningún disco suyo. Le da miedo la oscuridad. Toca madera cuando ve un gato negro y siempre se santigua al pasar por delante de un cementerio. Le reza a Santa Gema todas las noches, pero hace años que no pisa una iglesia. No le gusta estar sola. Tampoco el silencio. Se vuelve loca bailando por sevillanas y sabría recitar al dedillo la lista de novios de la famosa más promiscua. Puede sacar brillo cien veces al mismo jarrón sin remordimientos y sólo sus sábanas conservan también en invierno olor a primavera. Ella ve el futuro en su bola de cristal y siempre acierta. Aunque suelen caer en saco roto, ofrece los mejores consejos. Prestó sus ojos a sus padres cuando aún era una niña para que pudieran ver el mundo y con cada nuevo día se vuelve a enamorar del hombre con el que lleva cuarenta años compartiendo la cama. Ha pasado noches enteras cantando la misma nana porque sólo sabe una. Nunca se le dieron muy bien las trenzas y apretaba demasiado las coletas para asegurarse de que ningún pelo se movería de su sitio. Combina como nadie los zapatos con los bolsos y puede hacer que un jersey viejo parezca nuevo. Es capaz de estirar como si fuera un chicle la calderilla de su monedero y de conseguir que nadie ose a poner los pies sobre la mesa. Los martes, sin excepción que valga, cocina lentejas y predica a los cuatro vientos las bondades del pescado. Se le mueren todas las plantas, pero fue capaz de criar a tres hijos sin titubear, sin que el pulso le temblara. Ella me regaló la vida, los cuentos y los sueños. Ella es mi camino de baldosas amarillas.