Se me han perdido unas cuantas páginas. El viento se las llevó por la ventana. No tiene importancia, no valían para nada. Eran sólo borrones sin cuentas nuevas. Los vómitos de una vida que, a ratos, se empeña en sentarme mal. Tendré que empezar a tomar sal de frutas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario